lunes, 15 de abril de 2024

POEMA DE LA SEMANA DEL 15 AL 21 DE ABRIL DE 2024

    

  



LO QUE ME ENERVA

Lo que me enerva es,
saber que estás de paso,
y aún así,
no acariciar bastante
atardeceres cuerpos,
risas,
manos,
muslos,
senos,
hombros,
brazos.
Y no acariciar bastante
la vida en vano.
Gloria Fuertes

La autora

Gloria Fuertes (Madrid, 28 de julio de 1917 - Madrid, 27 de noviembre de 1998) escritora de narrativa, poesía, teatro y prolífica autora de literatura infantil y juvenil. Su interés por las letras comienza a la temprana edad de cinco años, cuando ya escribía y dibujaba sus propios cuentos. Publica su primer poema con tan sólo catorce años en 1932, bajo el nombre de Niñez, juventud, vejez… persiguiendo desde joven la edición de sus escritos. A los quince ya recita sus versos en Radio España de Madrid y a los diecisiete da forma a su primer libro de poemas, Isla ignorada. La década de los 40 supone su incursión en el mundo literario profesional. En los cinco primeros años se estrenan algunas de sus obras de teatro infantil y poemas escenificados en varios teatros de Madrid. Comienza a trabajar como redactora en la revista infantil Maravillas (de 1939 a 1953) donde publica semanalmente cuentos, historietas y poesía. En 1942 conoce a Carlos Edmundo de Ory, integrándose en el movimiento poético denominado Postismo, participando activamente en las revistas Postismo y Cerbatana junto a Ory, Eduardo Chicharro y Silvano Sernesi. También colabora en otra revista, Chicas (de 1940 a 1945), publicando cuentos de humor, y en el diario Arriba con las historietas Coletas y Pelines. Paralelamente funda el grupo Versos con faldas junto a María Dolores de Pueblos y Adelaida Lasantas, dedicado durante dos años a ofrecer recitales y lecturas por los bares y cafés de la capital. En 1950 publica Pirulí, dos años después estrena su primera obra de teatro en verso Prometeo que le lleva a recibir el Premio Valle-Inclán, y en 1954 lanza Antología Poética y Poemas del suburbio. Durante estos primeros años de la década organiza una biblioteca infantil ambulante por pequeños pueblos con afán de paliar el analfabetismo, y funda junto a Antonio Gala, Rafael Mir y Julio Mariscal la revista poética Arquero, que dirige hasta 1954. De 1955 a 1960 estudia Biblioteconomía e Inglés en el International Institute. En 1960 viaja por tres años a EEUU tras obtener la beca Fullbirght para impartir literatura española en la Universidad de Bucknell, en el Mary Baldwin College y en el Bryn Mawr College. A su vuelta su producción poética se enriquece con Ni tiro, ni veneno, ni navaja (1966), Poeta de Guardia (1968) y otro de los títulos de su corpus poético Cómo atar los bigotes al tigre (1969). En 1972 recibe la beca de la Fundación Juan March de Literatura Infantil, lo que le permite dedicarse enteramente a la literatura. Se suman dos nuevos títulos a su obra poética: Sola en casa y Cuando amas aprendes geografía (1973). A mitad de la década recibe por la obra Cangura para todo el diploma de honor del Premio Internacional de Literatura Infantil Hans Christian Andersen, lo que la sitúa entre los grandes autores universales de literatura infantil. Asimismo colabora en diversos programas de literatura infantil de TVE, los más populares Un globo, dos globos, tres globos y La cometa blanca que, junto a numerosas composiciones de letras de canciones infantiles, la convierten definitivamente en la poeta de los niños. También escribe para las revistas La codorniz y Discóbolo. A partir de estos años y durante los ochenta la actividad de Gloria Fuertes es imparable e intensa: lecturas, entrevistas, radio, homenajes, periódicos, pregones, viajes, visitas a colegios y publicaciones constantes. Destacan sus cuentos para niños: La pájara pinta (1972), La gata chundarata y otros cuentos (1974), La momia tiene catarro (1978), La ardilla y su pandilla (1980), Cocoloco pocoloco (1985) y El pirata mofeta y la jirafa coqueta (1986). El conjunto de la obra de Gloria Fuertes se caracteriza por la ironía con la que trata temas tan universales como el amor, la soledad, el dolor o la muerte. Despuntan las metáforas, los juegos lingüísticos y el carácter fresco y sencillo que dotan a sus poemas de una gran musicalidad y cadencia cercana al lenguaje oral. Su acento lírico es uno de los más personales, auténticos y distintivos entre los poetas contemporáneos.