Amor constante, más allá de la muerte
Cerrar podrá mis ojos la postrera
sombra que me llevare el blanco día,
y podrá desatar esta alma mía
hora a su afán ansioso lisonjera;
mas no, de esotra parte, en la ribera,
dejará la memoria, en donde ardía:
nadar sabe mi llama la agua fría,
y perder el respeto a ley severa.
Alma a quien todo un dios prisión ha sido,
venas que humor a tanto fuego han dado,
medulas que han gloriosamente ardido,
su cuerpo dejará, no su cuidado;
serán ceniza, mas tendrá sentido;
polvo serán, mas polvo enamorado.
[Quevedo, Francisco de: Obra poética, tomo I, ed. de José Manuel Blecua
Teijeiro. Madrid, Castalia, 1969-1971, pág. 657.]
Que la muerte llega, no lo discutimos. Puede que no lo aceptemos o incluso puede que nos revelemos contra ella, pero a su llegada no podemos replicar. Esta semana tocaba hablar de la muerte también desde la poesía. Toca pensar en los muertos que nos miran y nos besan para siempre.
La persona y la obra de Francisco de Quevedo (Madrid, 1580-Villanueva de los Infantes, 1645) fascinan al lector y proponen un reto a la inteligencia y la sensibilidad de nuestro tiempo, como lo hicieron en el suyo. Todo gran poeta es contemporáneo, valga decir inmortal. Su lectura, sin embargo, no puede ser arbitraria. A la recuperación de las claves de lectura que permitan esa percepción contemporánea de este escritor español del Siglo de Oro y universal de todos los tiempos, se dedica esta página de autor dirigida por Ignacio Arellano (Universidad de Navarra) en la que se pueden encontrar sus obras completas, una amplia información sobre la vida del autor y su obra, así como los estudios más relevantes que le ha dedicado la crítica hasta el momento.DATOS DEL AUTOR.
(Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes)
El 20 de diciembre del 2011 con razón de la presentación de la nueva gramática de la lengua española, el académico y actor José Luis Gómez realizó la lectura de amor constante más allá de la muerte en la sede de la RAE. Os dejo el enlace.